
La verdad que trae libertad
Una verdad que me transformó fue la certeza de que somos hechos a semejanza de Dios. Tenemos todos algo particular que refleja esa imagen perfecta. No hay ningún hombre que […]
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Esfuerzo y valentía la forma de conquistar
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El temor es algo que todos experimentamos. Josué tuvo que continuar lo que Moisés empezó a hacer con el pueblo de Dios. Ahora estaban a la puerta de la conquista de la tierra prometida. En el primer intento tuvieron temor, se llenaron de ideas falsas y se vieron como insectos ante sus enemigos. Solo Josué y Caleb dijeron que si podían comerse a sus oponentes como pan. El esfuerzo por renovar la mente con la palabra de Dios nos trae una transformación que nos convierte en los conquistadores que reparten una heredad a toda una nación. Escuchemos estos principios que aplicó Josué para poder tener una vida de conquistas, tanto para nosotros personalmente como en comunidad.
“Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
Josué 1:6-9 RVR1960
I. El esfuerzo.
A. El esfuerzo es una acción con la cual combatimos el temor.
B. El esfuerzo tiene una meta clara.
Dios le confirmó a Josué que él iba a repartir la tierra prometida al pueblo. El esfuerzo viene cuando aceptamos nuestro llamado específico. Así podemos visualizar claramente un resultado anticipadamente.
II. La valentía.
A. La valentía viene cuando enfocamos nuestros esfuerzos en la estrategia que Dios nos da.
No te apartes de ella, ni a diestra ni a siniestra. Es concentrarse en los detalles para practicarlos hasta que se hagan una segunda naturaleza.
B. El resultado de esta atención es ser prosperado en todo lo que emprendamos.
Es radical: todo te saldrá bien.
C. La atención se alimenta cuando confesamos la Palabra en voz audible.
No se apartará de tu boca.
III. La presencia de Dios.
A. La presencia de Dios viene a la vida de uno cuando meditamos de día y de noche en la palabra, antes de salir en el día para tener un pensamiento firme contra toda oposición que tengamos y luego, cuando llegamos a la casa para descansar. Antes de dormir es importante meditar para tener un sueño reparador.
B. Su presencia es por donde quiera que vayamos.
Así es de bueno. Es como ver desatar nudos que caen en cada dinámica espiritual por donde quiera que estemos. Prestemos atención a la presencia y luego sigamos la estrategia. El resultado es repartir una heredad. Así de maravilloso es.
Conclusión:
El esforzarse y ser valiente nos quita los temores. Logramos romper bloqueos que no nos permitían antes conquistar, meditando de día y de noche para aplicar los principios. Esto nos da que Su presencia se manifieste donde quiera que vayamos deshaciendo los nudos que nos tenían prisioneros. Disfrutemos de la conquista caminando con Dios.
Hanssell Morúa 29 enero 2023
Una verdad que me transformó fue la certeza de que somos hechos a semejanza de Dios. Tenemos todos algo particular que refleja esa imagen perfecta. No hay ningún hombre que […]
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