
Una vida ajustada finamente
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¿Cómo podemos mantener un corazón alegre en todas las etapas de la vida?
¿Será esto posible? Seguimos compartiendo máximas de Salomón y principios de Moisés que nos dan respuesta a estas preguntas. Jesús mismo vivió, enseñó y dotó a sus discípulos para vivir esa clase de vida plena y alegre aunque se tenía que pagar un alto precio para alcanzarlo.
I. El corazón alegre viene cuando somos vasos para traer soluciones.
Deuteronomio 28:13-14
13 “Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,
14 y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.”
A. La bendición de Dios trae respuestas a los problemas.
La promesa nos habla de ser cabeza y estar encima. Los problemas pueden venir pero no nos van a agobiar. La posición de los discípulos de Jesús fue la de ver milagros trayendo respuestas a las adversidades que ellos enfrentaban y los que estaban a su alrededor. Es algo sorprendente cómo actúa Dios. Él siempre está encima de todas las cosas y además es la cabeza. Cuando nos entonamos con el cielo empezamos a ver cómo todo se acomoda a un plan maestro. Son demasiadas coincidencias que se convierten en un estilo de vida. Es como tener una llave maestra que abre puertas para encontrar esas soluciones.
B. La promesa de ser cabeza y de estar encima se cumple cuando aceptamos las condiciones que Dios nos pone.
En este pasaje específico, las condiciones son la obediencia a sus mandamientos y el no apartarnos de sus palabras. Si escuchamos lo que Él nos dice, somos obedientes a esas instrucciones, vamos madurando y aprendemos a cómo actuar correctamente. No apartarse ni a diestra ni a siniestra toma por sentado una práctica donde no siempre lo logramos porque podemos desviarnos fácilmente. Sin embargo, debemos rectificar. Así nos vamos haciendo diestros en cumplir su llamado sin alejarnos de Él ni yendo tras otros deseos que se convierten en dioses. Nuestro corazón es engañoso y debemos mantenerlo calibrado. Los dioses en el corazón es algo que debemos poner atención minuciosamente. Por lo general, los que están a nuestro alrededor pueden notar cuando nos enfriamos y perdemos interés por la vida espiritual. Si queremos madurar y crecer debemos estar dispuestos a escuchar verdades incómodas.
II. El corazón alegre viene cuando reconocemos y disfrutamos las riquezas más los recursos que Dios nos da.
Eclesiastés 5: 19-20
19 “Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios.
20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.”
A. Todos recibimos habilidades que son naturales en cada uno de nosotros.
Esas son las verdaderas riquezas que Dios quiere que utilicemos y desarrollemos a cabalidad. Luego tenemos recursos, esos son los bienes. Por ejemplo, la salud es un bien.
¿Qué bien tienes a tu alrededor que no estás considerando? Reconocer es una primera etapa.
B. Luego es disfrutar lo que nos da.
Comer es alimentarnos de esos recursos.
Tomar es apropiarnos de esa tierra prometida. Gozar del trabajo es entender la razón de lo que estamos haciendo.
C. El corazón se llena de alegría cuando reconocemos las verdaderas riquezas que Dios nos da.
Cuando disfrutamos de ellas y las accionamos en beneficio de los demás. Así todos los días serán fiesta.
III. El corazón alegre viene cuando terminamos los procesos que nos fueron encomendados.
Eclesiastés 7:8
8 “Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.”
A. La ganancia se obtiene cuando terminamos un proyecto.
Por eso hay que terminar los procesos y no dejarlos inconclusos. Completemos nuestra formación. Cuando desarrollamos una visión y logramos que produzca completamos un ciclo. Así nos llenamos de ganancias. Terminemos las cosas, hagámoslas bien y avancemos.
B. En los procesos vamos a tener aflicciones.
Es parte del juego. El sufrimiento es bueno, nos ayuda a no ser altivos. La altivez es la razón de la caída.
Conclusión:
Es posible mantener un corazón alegre en todas las etapas de nuestra vida, porque el corazón alegre viene cuando nos convertimos en líderes que aportan soluciones a los demás, también por seguir los pasos de Jesús, reconociendo y disfrutando las riquezas que Él nos da. Cuando terminamos y obtenemos las ganancias de los proyectos que Dios nos encomienda y aceptamos sufrir evitando ser altivos.
El corazón alegre un regalo del cielo
Hanssell Morúa
Jonatán Reyes 8 marzo 2021
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