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El berrinche que sanó mi vida!!!!!

Josselyn Tropper 15 marzo 2021 206


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Durante el fin de semana pasé un berrinche, si así como lo leen. Berrinche para los que no utilizan ese término, es la forma  coloquial de llamar a un enfado grande y violento que se muestra con llantos, o gestos de irritación muy visibles. Aunque creemos que los berrinches lo hacen los niños, porque imagínense que hasta cuando busqué la definición, dice que en especial lo hacen los niños,  nosotros los adultos también los hacemos.  Al punto que me duró unos cuantos días en mi cabeza. Algo que me hacía sentir aún más enojada.

Sin embargo muchas veces cuando estamos pasando por ese berrinche, creemos que es la forma correcta de enfrentar alguna situación, y lo extendemos y lo defendemos hasta querer morir con las botas puestas de ese berrinche….wow!!! Que pérdida de tiempo…

Gracias a Dios, por otro tema, me tuve que obligar a meterme con Dios, y sí, así como  lo digo, obligarme, porque a veces los berrinches nos quieren ganar, a ese punto de que nos queremos llevar hasta la bola del partido porque lo vamos perdiendo según nuestra valoración del resultado final, como si la vida fuera un partido de futbol. Y sin buscar que Dios me hablara de ese tema específico, que me tenía muy incómoda, Dios sabe lo que necesitamos y lo que estamos pasando, y viene con su gran misericordia y amor, y me sorprende al punto de darme lo que necesitaba escuchar.

Número 13: 27 Este fue el informe:

—Fuimos al país al que nos enviaste, ¡y por cierto que allí abundan la leche y la miel! Aquí pueden ver sus frutos. 28 Pero el pueblo que allí habita es poderoso, y sus ciudades son enormes y están fortificadas. Hasta vimos anaquitas allí. 29 Los amalecitas habitan el Néguev; los hititas, jebuseos y amorreos viven en la montaña, y los cananeos ocupan la zona costera y la ribera del río Jordán.

30 Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés, y dijo:

—Subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo.

31 Pero los que habían ido con él respondieron:

—No podremos combatir contra esa gente. ¡Son más fuertes que nosotros!

Estos espías que fueron enviados por Moisés a investigar la tierra de Canaán, vieron que la tierra era buena, que fluía leche y miel, vieron sus frutos, los cargaron por varios días, y aun así con toda esa prueba y certeza de lo que vieron con sus propios ojos y que tocaron con sus propias manos, se enfocaron en lo negativo, al punto de dar un informe cargado de terror, al mejor estilo de hollywood.

Muchas veces nuestras experiencias de vida nos llevan a vivir en temores que no nos dejan ver esa tierra prometida, ellos dijeron nos comerán, nos ven como langostas. Pero esa era su película en sus mentes, no era eso lo que realmente estaba sucediendo en ese momento. Nos pasa entonces que nos vemos como langostas, talvez que no podemos, que somos insuficientes, sin embargo esa es nuestra película en la mente, así nos estamos viendo nosotros mismos, tenemos una visión errada de Dios lo que nos lleva a esas conclusiones, y a tener por ende una imagen incorrecta de nosotros mismos que nos aleja de la realidad que Dios nos está dando y mostrando..

Dios no te ve como langosta. El pasaje habla que Caleb dijo  “… el Señor se agrada de nosotros, nos hará entrar en ella. ¡Nos va a dar una tierra donde abundan la leche y la miel! Así que no se rebelen contra el Señor ni tengan miedo de la gente que habita en esa tierra. ¡Ya son pan comido! No tienen quién los proteja, porque el Señor está de parte nuestra. Así que, ¡no les tengan miedo!”

La diferencia no es hacer o no hacer el berrinche. Es de humanos muchas veces enojarnos. La diferencia está en que cuando tienes la imagen correcta de Dios y te ves a través de los ojos de Dios, sabes que no importa lo que venga, Dios está interesado en ti, que él te ama, y él te protegerá por encima de cualquier cosa.

No significa que el proceso que pasamos de la vulnerabilidad de nuestras áreas se sana de un día para otro, mágicamente como tener una varita como en un cuento de hadas, pero sí que a través de una palabra Dios puede hacer que el berrinche que estés teniendo sea el comienzo hacia una vida deleitosa y plena en El. Por eso hoy con toda libertad puedo decir el berrinche que sanó mi vida, pues es el comienzo a una nueva tierra donde fluye leche y miel a la cual el señor me está llevando, pero él irá conmigo y me protegerá, yo no voy sola, y es ahí donde encontramos la verdadera sanidad.

 

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