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Enfrentando al adversario
En estos tiempos es muy fácil sufrir agobios, ansiedades y temores. Las buenas noticias son que tenemos un ayudador que está siempre dispuesto a extendernos la mano. El apóstol Pedro […]
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“Dios ve a futuro, lo que nosotros no” esta frase me ha dado vuelta en la cabeza las últimas semanas tras experimentar algunas situaciones particulares.
¿Cuántas veces nos frustramos porque algo no sale como deseamos? Si eres de los míos eso te pasa constantemente :), pero debo aceptar que con el pasar del tiempo he ido aprendiendo lecciones muy valiosas que me permiten entender que algunas cosas no pasan y no solo está bien, sino que es mejor que no pasen como queríamos, pero eso solo el tiempo nos lo demostrará.
“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros» —declara el Señor— «planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11
Desde que empecé a tener una relación activa con Dios, he tenido muestras increíbles de amor y cobertura que no me canso de recordar y agradecer. Pero quiero hacer referencia a una situación que nos enseñó de una forma muy práctica que confiar en Dios trae una gran cobertura para nuestras vidas.
Hace poco estábamos en busca de una casa, vimos muchísimas y por fin encontramos una que nos gustaba mucho, entonces queríamos hacer una oferta. El proceso no avanzó como esperabamos y no nos fue posible adquirir esta casa, claro la primera reacción fue de desánimo, sin embargo unas semanas después nos dimos cuenta de algunas cosas con respecto al proyecto que hubiesen significado un gran dolor de cabeza si la hubiésemos comprado.
Justo cuando escuchamos todas estas complicaciones dijimos ¡qué salvada! Y nos quedo muy claro que “Dios ve a futuro lo que nosotros no vemos”. Así que te invito a pensar un par de minutos en todas esas cosas que no han pasado y luego experimentaste un regalo aún mayor.
Dios tiene lo mejor para nosotros siempre, el hecho que algo no llegue no quiere decir que no nos ame o no quiera bendecirnos, es simplemente que Él está obrando a nuestro favor y a su tiempo podremos ver la bendición que tanto anhelamos, y claro que tenemos que hacer nuestra parte, pero también debemos dejar a Dios trabajar a su tiempo y bajo su voluntad para con nuestra vida.
Hoy quiero invitarte a caminar por fe, seguir confiando, tener una actitud positiva ante las situaciones de tu día a día sabiendo que, “Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado” Romanos 10:11.
Así que la próxima vez que algo no resulte como deseabas, en lugar de frustrarte quizá sea buena idea decirle a Dios ¡Gracias porque sé que vendrá algo mejor!
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