
Dios quiere que yo esté bien
No sé que estás pasando en este momento, desearía con todo mi corazón que sean muchísimas cosas positivas, pero sé que la vida está compuesta de todo un poco. Eso […]
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¿Cuántas veces le hemos pedido algo a Dios y Él no lo ha cumplido?
Pero si él determina una cosa, ¿quién lo hará cambiar?
Su alma deseó, e hizo.
(Job 23:13)
Recuerdo que cuando comencé en los caminos de Dios esto era algo que me cuestionaba contantemente, y no, no es que Dios no quiere vernos bien o que no quiera cumplir los anhelos o deseos de nuestro corazón, el problema es que muchas veces esos deseos no están alineados a su voluntad.
Es muy común o fácil que nos confundamos entre lo que nosotros queremos y en lo que Dios quiere y tiene para nosotros.
A veces esos deseos o esos anhelos pueden convertirse en un ídolo en nuestro corazón, porque buscamos más la bendición, que hacer lo que Dios nos ha mandado a hacer.
Cuando tenemos la expectativa de que Dios es quien cumple todos nuestros caprichos y deseos, y no vemos eso cumplido es ahí cuando nuestra “fe” decae, porque tenemos una expectativa errónea de quien es Dios realmente.
En la biblia podemos ver muchos ejemplos de cómo Dios cambió los planes.
En Marcos 10:46-52 vemos la historia de Bartimeo como Dios le hizo recuperar la vista porque era su propósito para que él testificará del milagro que había recibido, si hubiera sido solo un capricho hubiera sido sanado y hasta ahí, pero su misión iba más allá.
David es otro ejemplo de como Dios hizo su voluntad por encima de los deseos que él podía tener, y como él fue usado y bendecido grandemente. (Salmo 21)
Queremos ver las promesas de Dios cumplidas en nuestra vida, pero no queremos obedecerlo, la obediencia requiere un precio que no todos están dispuestos a pagar.
Debemos aprender a conocer al Padre para así pedir conforme a su voluntad.
Dios no es el genio de la lámpara que cumple todo nuestros caprichos, menos cuando esos deseos van en contra de su voluntad.
Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
(Salmos 37:4-6)
Gabriela Umaña 11 enero 2022
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