
Mucho fruto: Abraham
A la edad de noventa y nueve años Dios le cambia el nombre de Abram por Abraham, de Padre Exaltado a Padre de Multitudes. Abraham vive hasta los 175 años. […]
Refugio contra el turbión Hanssell Morúa
Caminando en obras preparadas de antemano
Hanssell Morúa
El Dios misericordioso y poderoso
Hanssell Morúa
Disfrutando la buena Palabra de Dios y los poderes venideros. Hanssell Morúa
Caminando en paz: El rey Asa Hanssell Morúa
Un pequeño derribando a un gigante: el rey Abías Hanssell Morúa
Un reino sin gloria: Roboam Hanssell Morúa
Dios es maravilloso. Isaac era un imposible que Dios hizo posible. La forma de actuar del Señor es sorprendente. Cuando aceptamos la invitación que nuestro Rey Celestial nos hace cada día caminar con Él, vamos a experimentar la alegría de cosas extraordinarias. Abraham se ríe cuando Dios le anuncia que a la edad de cien años iba a tener un hijo de Sara con noventa. Eso era tener un hijo a la edad de abuelos. ¡Qué potencia! se convirtieron en súper abuelos. Por eso también Sara se ríe, en otra ocasión cuando los ángeles estaban en su casa anunciándoles el detalle sobre ese día que iban a tener deleite para concebir para luego según el período natural dar a luz el hijo. Vamos a hablar de cómo concebir, dar a luz y mantener las bendiciones extraordinarias de Dios.
Gen. 18: 1-5
18 “Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
3 y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
4 Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
5 y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.”
I. Tres etapas de preparación para una bendición extraordinaria.
A. Lavar los pies.
Abraham le lava los pies a los ángeles. Esta es una figura que se repite como acción de bienvenida. El fariseo no le lava los pies a Jesús cuando lo invita a su casa pero la mujer pecadora con sus lágrimas y arrepentida se los lava, con su pelo se los seca. Jesús mismo le lava los pies a sus discípulos y entra en una relación de intimidad con ellos. Estar junto al Señor a sus pies es una actitud de entrega, de disposición de recibir y de servirle. Lo que recibió María cuando Jesús estuvo en su casa y de lo cual Marta fue amonestada por estar afanada y no prestar atención.
B. Recostarse debajo del árbol.
En el calor del día necesitamos descansar debajo del árbol. Esta es una figura hermosa del refrigerio que recibimos a través de la protección de Dios, la unción del Espíritu Santo. En la oración podemos practicar el dejar todas nuestras preocupaciones y afanes en la obra redentora de la Cruz. Morar bajo la sombra del Omnipotente nos trae fuerzas renovadas.
C. Un bocado de pan y sustentar el corazón.
Otra vez, tenemos una figura que se repite cuando Jesús está a la puerta y llama. Si uno abre su corazón la promesa nos habla que el mismo Señor va a cenar con nosotros y nosotros con Él. Esto es comer juntos, llenarse física, emocional y espiritualmente. Es una plenitud cuando uno come pan con amor.
Estas acciones son espontáneas, vienen de un corazón sano y renovado en la presencia de Dios. Esta debe ser nuestra práctica, así nos va a sorprender lo que Dios tiene para nosotros; nos va a hacer reír quitando de en medio de nosotros toda esterilidad. Así vamos a poder concebir grandes proyectos en la vida.
Gen. 21: 1-2, 6-7
21 “Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.
2 Y Sara concibió(A) y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.”
6 “Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
7 Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.”
II. Dando a luz la bendición extraordinaria.
A. Recibiendo la visitación.
Primero hay que recibir la visitación de Dios para concebir a través de la palabra que nos da. Hizo con Sara conforme había hablado. La palabra diciente es una operación del Espíritu que nos trae a memoria una promesa particular y nos da visiones que se llegan a materializar. Esto no es un acto que uno puede manipular. Es algo que Dios confirma con hechos en la realidad.
B. Después de haber recibido la semilla, Sara estuvo en un tiempo de gestación.
Lo mismo sucede en el mundo espiritual. Hay proyectos que uno primero va madurando hasta darlos a luz según el tiempo que Dios diga.
C. Sara en su vejez amamantó hijos.
Esto era risible y renovador para todos. Por eso la bendición de Isaac es la que nos rejuvenece como el águila. Recuperamos fuerzas cuando pensábamos que ya no se podía.
Gen.22:7-12
7 “Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar(A) sobre la leña.
10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.”
III. Manteniendo las bendiciones extraordinarias.
A. Dios se proveerá de Cordero.
Cuando Dios nos da un Isaac debemos tener la confianza que debemos entregar a Dios los sueños que nos da y estar dispuestos a morir a ellos por que Dios nos proveerá siempre para poder sacrificar algo delante de Dios. Él tenía la certeza que Dios le iba a proveer un sustituto para el sacrificio. Por eso Isaac se dejó amarrar y tuvo que confiar en su padre.
B. No extiendas tu mano sobre el muchacho.
La prueba de confianza en Dios nos da como resultado el seguir cosechando siempre para Dios, así nuestro corazón no se va a torcer por las bendiciones que recibamos y estaremos siempre listos para recibir lo que necesitamos por eso es el dicho: “En el monte Dios proveerá.” Esto es cuando estamos dispuestos a entregar lo que más amamos a Dios. Dios nos da los sueños, es dueño y Señor de ellos también.
Conclusión:
Las bendiciones extraordinarias se dan cuando le damos la bienvenida a la visitación de Dios a través de estar a sus pies, descansar bajo su cobertura y comer con Él de sus enseñanzas en la mesa de nuestro Rey. Se da a luz estas bendiciones conforme a todo lo que Él nos diga y en su tiempo determinado. Por último, mantenemos estas bendiciones constantes en nuestras vidas a través de ir al monte para sacrificar a Dios lo que más amamos.
Dios me hace reír: Isaac
Hanssell Morúa
Hanssell Morúa 23 mayo 2021
A la edad de noventa y nueve años Dios le cambia el nombre de Abram por Abraham, de Padre Exaltado a Padre de Multitudes. Abraham vive hasta los 175 años. […]
Post comments
This post currently has no comments.