Convirtiéndonos en escogidos

Hanssell Morúa 16 mayo 2021 145

Abram.

Vamos a empezar un viaje emocionante para aprender sobre cómo llegar a ser un escogido delante de Dios. Para esto vamos a reflexionar sobre las características que tenían las personas que están en la genealogía de Jesús. Hemos escuchado muchas veces la frase célebre que enseñó Jesús: “muchos son los llamados pero pocos son los escogidos.” (Mateo 22:14). Ésta la enseñó a través de una parábola sobre un rey que prepara un banquete de boda para su hijo y los invitados deciden no ir porque estaban muy ocupados en sus quehaceres. La boda se efectúa a pesar de esto con otros invitados que fueron, buenos y malos, pero el rey encuentra un invitado que no está vestido apropiadamente para la boda, lo saca atado de pies y manos a las tinieblas. En este contexto le enseña esa frase a los líderes religiosos del momento. Ser un escogido es disfrutar del banquete que nos sirve en la mesa de la vida nuestro Rey celestial. Es aceptar la invitación que Dios nos hace de servirle como lo más importante pues se trata de la boda del Rey. Es hacerlo con disposición, vestiduras apropiadas, con el corazón alegre y sin amargura que hermosea el rostro dispuesto a celebrar la vida que Dios nos da.

Génesis 12:1-3
Reina-Valera 1960

Dios llama a Abram
1 “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”

I. Abram acepta la invitación que le hace Dios de salir a una tierra prometida.

A. Haré de tí.

El llamado a una vida de fe es personal. Deja la comodidad y la seguridad por algo que no conocía. La promesa se activaba con una acción. La fe sin obras es muerta. Dar el paso nos pone en el proceso de entender una vida superior. Es como empezar a comer del banquete que tiene preparado el Rey en esa boda.

B. Las promesas.

1. Una nación grande: grande en número y grande en prestigio.

2. La bendición que viene con el compañerismo es algo sucede cuando la presencia de Dios está presente en todo lo que hacemos, el cielo viene a habitar en la tierra.

3. Un nombre engrandecido por Dios, el nombre de Abram fue cambiado. Significa padre enaltecido cuando su esposa era estéril. Cuando un nombre es engrandecido por Dios hay una transformación para bien. Dios es glorificado en la vida personal.

4. Ser bendición es tener la identidad relacionada con el mismo carácter de Dios. Lo que haces está alineado a una misión dada por Dios, por eso el que te maldiga choca contra Dios mismo, porque lo que haces no es tu proyecto sino el de Dios. Así mismo la bendición es para todas las familias de la tierra.

Génesis 12:7

7 “Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido.”

II. Abram edifica altares a Dios.

A. La fe de Abram crece.

Primero escucha solo una voz para salir a una tierra que Dios le iba a mostrar, sin saber dónde era. Sin embargo, sale y llega a Cannán. Luego Dios se le aparece y le confirma que le va a dar esa tierra y edifica ahí mismo un altar. Edificar un altar es estar comprometido y pagar un precio para un futuro mejor. Abram luego sube a Betel y vuelve a hacer un altar e invoca el nombre de Dios. Él puso sus ojos en Dios y no en las circunstancias, aunque vivió como extranjero donde otros eran dueños de la tierra por la fe él la poseyó. Esa misma tierra en la que habitó en tiendas fue la que conquistaron los hijos de Israel.

Génesis 12:10-20

Abram en Egipto.
10 “Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.
11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto;
12 y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.
13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.
14 Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
15 También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.
16 E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.
17 Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.
18 Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete.
20 Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.”

B. La fe confronta la adversidad de la naturaleza y al faraón.

Abram enfrenta la crisis de la hambruna y desciende a Egipto. Ahí tuvo temor de que le hicieran mal porque Sarai su esposa era muy hermosa y mintió diciendo que era su hermana. Así el faraón le da regalos toma a su esposa pero Dios los hiere con plagas. Aunque estamos llenos de defectos, Dios mismo nos disciplina y nos transforma para cumplir un propósito mayor que nuestros propios temores.

Conclusión:

Abram se convirtió en un escogido porque aceptó la invitación de ir a una tierra diferente que él no conocía. Actuó y salió sin saber dónde iba mas llegó a la tierra prometida. Su fe creció y luego se le apareció el Señor, ahí levantó altares pagando sacrificios de animales, pagando un precio para tener un futuro mejor. Se esforzó y fue disciplinado por Dios, quitando sus temores que lo llevaban a mentir. Para convertirnos en escogidos debemos aceptar esta invitación de nuestro Señor: vivir una vida para Él a pesar de nuestros debilidades.

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