Los retos parecen a veces un “imposible”. Sara es nuestro personaje de hoy. Ella era estéril y fue fuera de tiempo que pudo dar a luz un hijo por tener fe en la promesa que Dios les dio. Lo sorprendente es que fue a sus noventa años cuando tuvo a Isaac. Hoy vamos a sacar algunas aplicaciones para deshacer esos nudos que no nos permiten tener el fruto deseado.
“Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aún fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ese ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.”
Hebreos 11:11-12 RVR1960
I. Por la fe nos volvemos fértiles.
A. Hagamos una lista de las áreas en las que no hemos podido dar fruto, presentémoslas delante de Dios y luego guardemos silencio, escuchemos la promesa específica que tiene para nosotros.
B. Abraham vivió ese proceso y su corazón fue afirmado junto a su esposa.
Génesis 17:15-16:
“Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre. Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; y la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.”
Génesis 17:17:
“Entonces Abraham cayó sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?”
C. El proceso es de la siguiente manera:
1. Le cambia el nombre.
2. Le da la promesa de un hijo.
Il. Por la fe nos multiplicamos.
A. Primero recibimos fuerza cuando escuchamos la promesa.
B. Segundo recibimos la bendición.
Es un acto de declaración de bienestar y de sentir el toque de su mano.
C. Es el levantamiento de liderazgo con autoridad espiritual.
Mateo 2:2
“¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.”
Conclusión:
Lo imposible se deshace cuando dejamos que Dios nos cambie el nombre recibiendo una nueva naturaleza; cuando recibimos una promesa específica y esto nos da fuerza; cuando recibimos su declaración de bienestar, sentimos su mano sobre nosotros y cuando nos multiplicamos a través reyes con la liderazgo de autoridad espiritual
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