La Montaña Rusa

Increíble sensación el estar en la parte alta de la montaña rusa, la vista, el viento, sentirse empoderado, de alguna forma superiores. Segundos después gritamos arrepentidos de haber tomado la decisión de subir en primera instancia.

Esos pocos minutos ejemplifican el ciclo que muchas veces se repite en el transcurso de la vida. La alegría de recibir una bendición o ver un sueño hecho realidad seguido por esos momentos donde nos toca ponerle el pecho a las balas para travesar una prueba.

En esta analogía hay dos principios fundamentales que como cristiana tuve que entender a lo largo de mi caminar con Dios.

La primera: La prueba es un tiempo enriquecedor, si correcto repítalo unas cuantas veces ¡Cuesta asimilarlo!

Cuando atravesamos una prueba de la mano de Dios este tiempo es un ejercicio espiritual que nos fortalece. Creer en la promesa de siempre salir bendecidos, aun cuando vemos solo nubes negras, es un reto a tu fe.

En Salmos 84:5-6 encontramos este principio “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques.”

Esta promesa la recibí hace muchos años en medio de una lucha muy fuerte y desgastante que derrumbo mis esperanzas, me tomo meses poder creerla genuinamente, no es sencillo, ni está en nuestra naturaleza; por esto la palabra nos pide ejercitarnos en la fe, para crecer espiritualmente cada día más.

La segunda: Que es la contraparte, disfrutar la bendición y los momentos en la cumbre de la vida, de una forma espiritualmente saludable, jamás sentirme suficientemente bien como para descuidarme, en esto la palabra de Dios es muy clara y directa al advertirnos, cuando de áreas de riesgo se trata.

En 1 Corintios 10:12 encontramos “Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer” esta definitivamente es una luz roja que parpadea cada vez que una bendición viene a mi vida, porque inmediatamente la revancha se asoma.

Ahora esa revancha no nos puede hacer daño, si nosotros no lo permitimos, y es importante entender que esta también puede venir vestida de autosuficiencia, arrogancia, orgullo y muchas veces sale de nuestro interior, lo que la convierte en una nueva batalla que tenemos que ganar.

Por nada debemos cometer el error de sentirnos invencibles o sobrenaturales; los superhéroes son de la ficción no necesitamos pretender ser uno.

¿Se nos dificulta entender el proceso? ¿Sentimos que, al brincar de emoción en emoción en tan corto tiempo, nos impide reaccionar?

Si te identificas con esto, tranquilo, nos pasa, es un camino largo y lleno de aprendizaje, pero si Dios te lleva de la mano te aseguro que lo vas a superar con ganancia en TODAS las áreas de tu vida.

Estos procesos me ensenaron:

A mantenerme firme, aun cuando no me siento capaz
Pensar en lo bueno
Guardar las promesas en mi corazón y recitárselas a mi mente
Hablarle a mi espíritu palabras de aliento

Al enfrentar alguno de estos dos momentos siempre me repito: en tiempo de lucha “algo buenos vendrá a través de ese momento” porque creo 100% en la promesa de que dice “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito”.

Así en el tiempo de bendición: “Recuerda de donde vino” 3 Juan 1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” Si estas leyendo esto mi motivación para tu vida es: No te rindas pon en práctica lo que Dios te ha enseñado y sigue adelante, la montaña rusa dura unos minutos y luego podrás reírte de lo que viviste.

Versículos

Salmos 84:5-6

Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques.

1 Corintios 10:12

Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.

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