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Hace un par de días, le dije a una persona que por qué se asombraba del tema que conversábamos, si eso toda la vida ha pasado. En el momento no me percaté de semejante confesión. Sin embargo, con forme pasaban los días, algo en mi cabeza me puso una alarma, la cual me llevó a estar un poco incómoda con el tema. Sin embargo, a veces, por no decir que en muchas ocasiones, ignoramos esos pensamientos. Hasta que en un momento en mis tiempos de leer la Biblia los cuales han sido un refrigerio en mi vida y han traído un bálsamo en momentos de dificultad, así que si nunca lo has practicado te invito a que lo hagas. En ese instante comprendí esa alerta interna: y pues claro!!!! Es que hemos perdido la capacidad de asombro, hemos dejado que las cosas no nos sorprendan y hemos aprendido a normalizar muchas conductas nocivas para nuestras propias vidas. Así es, nada nos motiva, nada nos importa, nada nos conmueve.
La Biblia nos dice que debemos ser como niños. “Entonces Jesús llamó a los niños, y les dijo a sus discípulos: «Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan, porque el reino de Dios es de los que son como ellos.”
Lucas 18:16 TLA
Cuando yo era niña todo me sorprendía. Recuerdo los viajes a la playa, la noche anterior al viaje sentía una gran emoción de ver que íbamos hacer o encontrar…..y pues nada distinto a lo de siempre, por que año tras años viajábamos al mismo lugar; pero esa emoción de maravillarse por un evento, es realmente una cualidad hermosa que conforme pasa el tiempo la fui perdiendo. Y más triste es ver cómo los niños hoy en día también la han visto apagada. Vemos cómo Jesús nos invita a que seamos como niños, sencillos en sus pensamientos y extravagantes en sus emociones, Jesús veía en los niños esa facilidad de fascinarse por cosas pequeñas, y es que tener eso como un estilo de vida, marca la diferencia en nuestra forma de vivir, nos hace enfocarnos en lo realmente importante y especial, nos llena de gratitud, esperanza y nos da el poder experimentar el reino de los cielos aquí en la tierra.
Poder volver a ejercitarnos en maravillarnos por lo simple, nos hace entender y vivir en las promesas Dios. Isaías 25:1 nos dice:
“Oh SEÑOR, tú eres mi Dios; te ensalzaré, daré alabanzas a tu nombre, porque has hecho maravillas, designios {concebidos} desde tiempos antiguos con toda fidelidad.”
Saber que desde tu levantar hasta tu acostar puedes contar y sorprenderte por detalles que solo Dios nos da, pero que hemos creído que son parte normal de la vida, y hasta creemos que son una obligación de Dios para con nosotros.
Después de ese evento particular, me he propuesto intentar no dejar de admirar pequeñas cosas, y mantener la disciplina de siempre dar gracias. La misma biblia nos invita en 1 Tesalonicenses 5:18 a dar gracias a Dios en cualquier circunstancia. El confiar en Dios, también es una forma de dejarte sorprender. No importa lo que estés pasando, el hará todo lo que sea para que te maravilles en su reino y vuelvas a estar con él.
Déjate atraer por Dios, el renovará tus fuerzas y traerá seguridad a tu vida.
“Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino.”
1 Pedro 5:10 TLA
Hanssell Morúa 8 agosto 2021
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