Regocijo, alegría y júbilo

Hanssell Morúa 19 julio 2020 1229

Jeremías 31:7
“Porque así ha dicho Jehová: Regocijaos en Jacob con alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de naciones; haced oír, alabad, y decid: Oh Jehová, salva a tu pueblo, el remanente de Israel.”

Hablar de regocijo, de alegría y júbilo en tiempo de pandemia parece ser contradictorio pero no para Dios.
Dios quiere que nos enfoquemos en Él y no en la circunstancias. Mirar el cielo nos trae esperanza. La mayoría de las personas se asustan cuando enfrentan una adversidad porque ponen sus ojos en los engaños de la serpiente antigua; la que sedujo los ojos de Adán y Eva, y los hizo caer del paraíso.
Hoy vamos a hablar de:
¿Cómo recuperar el deleite por lo que hacemos?

Génesis 28:12-15
“Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.”

1- Debemos regocijarnos en Jacob con alegría.

A- Jacob durmiendo en la intemperie con una piedra de almohada recibe un sueño de una escalera que sube al cielo con ángeles subiendo y bajando de donde está Dios.

B- Aunque hayamos fallado con engaños de la serpiente antigua, podemos recuperar nuestra posición en Dios si recibimos a Jesús, el Ángel de Jehová que descendió y se hizo hombre, de ésta forma recibiremos la bendición de Abraham de multiplicación.

2- Debemos dar voces de júbilo.

A- La promesa que recibimos es que en la simiente de Jesús son benditas todas las naciones. La figura nos habla de dar voces de victoria a “la cabeza de naciones”. Esto es una declaración de la victoria que obtuvo Jesús en la cruz sobre el poder de la serpiente antigua y ahora recuperamos el deleite en nuestra vida porque le servimos al Rey de Reyes y Señor de Señores.

Conclusión:

Para recuperar el deleite en lo que hacemos debemos recibir a Jesús, el Hijo de Dios que descendió del cielo a nuestro corazón, a pesar que hayamos caído en el engaño de la serpiente antigua. Debemos mantenernos en Él, por fe viéndolo a Él y no las circunstancias. Anunciándolo al mundo entero. Así vamos a tener una visión mundial de bienestar por lo que constantemente hace en nosotros.

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